El logo el Proyecto Transformación en Tiempos Violentos se ha inspirado en una espiral donde 21 armas se deconstruyen formando una paloma, simbolizando así una transformación de las armas en paz, de lo negativo en lo positivo!
La espiral es uno de los símbolos más antiguos utilizados por el hombre y se encuentra en diversas culturas en todos los Continentes, jugando un papel fundamental desde su aparición en el arte megalítico en el 10.000 A.C.
El hombre prehistórico solía dibujar espirales en sus pinturas rupestres, y parece que en muchos lugares representaba el ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, así como El Sol también solía ser representado como una espiral (ya que se creía que nace todas las mañanas, muere tras el atardecer y renace a la mañana siguiente).
La espiral es la forma más esquemática de le Evolución del Universo. En el sistema jeroglífico egipcio designa las formas cósmicas en movimiento, que equivale a la relación entre la unidad y la multiplicidad.
Se relacionaban con la espiral las serpientes y los lazos. Era un signo macrocósmico, por su sentido de movimiento y desarrollo progresivo siendo el atributo del poder que se hallaba en el cetro del faraón egipcio.
La espiral es uno de los símbolos más antiguos que existen en la cultura celta, representando el concepto del crecimiento, fuerza vital, expansión y reencarnación, utilizándose como representación del tiempo y del movimiento de las estrellas, llegándose a usar incluso en primitivos calendarios, sorprendentemente exactos para la época.
Como se mencionaba anteriormente, este símbolo también era usado para representar al Sol en su máxima expresión, llegando a referirse en ocasiones a eclipses solares. Para los celtas este símbolo no tenía ni principio ni final, lo que significaba que un ciclo siempre comenzaba cuando otro terminaba, simbolizando de esta manera, la vida eterna, razón por la cual era muy frecuente su presencia en túmulos funerarios.
No es casualidad entonces, que los celtas representaran las estrellas a modo de espirales alrededor de un mismo núcleo (lo que para ellos era el emplazamiento del cielo), formando una trayectoria espiral en la cual las almas ascendían hacia su vida futura.
Una espiral hacia la derecha, es decir, girando en el sentido de las agujas del reloj, simboliza el sol de invierno que se encoge. Se dice que este tipo de espiral era usada para invocar al elemento agua o señalar fuentes potables y era símbolo de buena suerte ya que representaba el equilibrio, la armonía del sol con la tierra.
Una espiral hacia la izquierda, es decir, girando en el sentido contrario a las agujas del reloj, simboliza el sol creciente de verano.
Dos espirales dobles cruzadas es un símbolo vinculado a las aguas, que son elemento de transición, transformación y regeneración. Es la representación de la dualidad de las cosas y el crecimiento en relación con el movimiento del cosmos. Se usaba frecuentemente para representar los equinoccios, es decir, a los momentos del año en que los días tienen una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra, excepto en los polos. En culturas orientales, su equivalente es el símbolo del Yin y el Yang.
No es casualidad que este símbolo aparezca en otras culturas como la hindú, azteca, maya, inca, ey muchas otras, representando diferentes conceptos según la civilización, todos relacionados con el Universo, las estrellas, la evolución, la transformación, etc.
La espiral está también asociada a la danza, debido a que un gran número de bailes primitivos evolucionan siguiendo una línea espiral.
La espiral aparece en la naturaleza y en la ciencia, describe la rotación del Universo y los movimientos de las estrellas, así como el movimiento del agua en los torbellinos, tornados e incluso las espirales del ADN que se encuentran en el núcleo de las células, siguiendo todas, las leyes del vórtice de la espiral, el cual no sólo regula la vida desde un nivel galáctico hasta un nivel subatómico, sino que también refleja e incluso rige la conciencia.
“El conocimiento es una aventura en espiral, su punto de partida no es un punto absoluto, sino histórico, y esa aventura carece de finalización, permanece siempre abierta y realiza círculos concéntricos permanentemente”. –Edgar Morín.
En este momento el Mundo necesita crear esa espiral de amor, paz, respeto, tolerancia y todo lo positivo que genere los cambios necesarios para un mejor futuro del Mundo y las nuevas generaciones!
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